
El Convent de Sant Agustí
Los agustinos se establecieron en 1309 en la calle del Comerç en unos terrenos cedidos por el ciudadano Jaume Basset, en el lugar ahora conocido como Sant Agustí Vell. El primer prior fue fra Bonanat Zaguals. La primera piedra de la iglesia se colocó en 1349. La construcción de los edificios conventuales se prolongó mucho tiempo, hasta el siglo XVIII.
La comunidad tuvo tropiezos con la cercana parroquia de Santa Maria del Mar y con otras órdenes establecidas en la ciudad, con motivo de la admisión de donaciones a su favor. Con el transcurso de los años el lugar adquirió mucha importancia.
En 1393 participaron en la fundación del convento de Igualada. En 1529 la comunidad sufrió los efectos de la peste, los agustinos participaron atendiendo a los enfermos y perdieron a siete de sus miembros.
Los bombardeos de 1714 afectaron el convento y poco después, en 1716, Felipe V lo hizo derribar con el fin de levantar la Ciutadella, entonces se trasladó cerca de la calle del Hospital.
Los restos del edificio fueron rehabilitados por Pere Bertran (1738-1748) y más adelante se adaptaron como horno de pan. En 1750 pasó a utilizarse de cuartel.
El lugar todavía conserva elementos arquitectónicos del antiguo convento, especialmente el ala de poniente del claustro (1473-1478), restaurada.
Su iglesia, ahora desaparecida, guardaba el valioso Retablo de Sant Agustí (1463-1486) en el altar mayor, obra de Jaume Huguet, encargada por el Gremio de Curtidores y que se ahora conserva parcialmente en el Museu Nacional d’Art de Catalunya y en el Museo Marès.
Pueden visitarse los restos del Claustro en el Centre Cívic Convent de Sant Agustí, en la Calle Comerç 36.